Dependiendo del medio que utilices para pintar, mucho. Por ejemplo en acrílico o gouache es bastante sencillo conseguir un CMY decente. Hay otras pinturas como el óleo cuyos primarios no son  CMY por la forma en que este medio se comporta respecto al pigmento y en el caso de la acuarela, ya que es un medio transparente, hace algo complejo tener esta paleta.

Deben saber de todas formas que los pigmentos son tierra de colores y no emiten luz. No sé como explicar bien esto, digamos que el saber que CMY son los colores primarios no hace necesario que nosotros debamos pintar con ellos: Por ejemplo, el azul que consigo con estos pigmentos nunca será el real azul del pigmento ultramar, eso es lo que intento decir (explicación fácil para la camilo).

También es importante para saber porqué a veces no obtenemos los colores que necesitamos. Ya estoy cerrando este post y esto es un adelanto del que viene, que estará más centrado en acuarela. Arriba les mencioné que a veces azul y rojo hacen café, o quizás uds. han querido un verde vibrante y han conseguido uno parecido a una hoja seca, todo eso lo hablaré en otro post, bai.

*para los ejemplos solo usé gouache porque es el único medio en que tengo CMY

---

En otras noticias les cuento que abrimos una cuenta de ko-fi por si nos quieren apoyar con algo, no es realmente necesario puesto que nos gusta ser nerds sin paga. Pero a veces nos faltan los dineros para comprar tonterías como papel y aceptamos todas sus limosnas. El link estará permanente bajo la columna de seguidores, por si acaso. 

Como ha mencionado Ortega, muchas paletas se conservan por tradición. Empecé con pintura al óleo el 2011 en la universidad, y tratamos motivos naturalistas, es decir, pintar fielmente los modelos frente a nosotros.
La paleta que recomendé a Ortego cuando me preguntó por óleos la primera vez que hablamos, era la misma que me dieron mis profesores: Azul ultramar, Siena tostada, ocre, Sombra tostada,blanco titanio, amarillo nápoles, rojo cadmio, amarillo cadmio medio, amarillo limón. Todos los profesores por los que pasé recomendaban esta paleta, en diferentes extensiones. Es bastante tradicional, incomodamente cercana a Velázquez o Sargent (y distamos siglos de ellos). Entonces le dije que yo recomendaba más agregar el rojo carmín, pero no sabía explicarle por qué, sólo me excusaba con que mis profesores me indicaron la  primera paleta, por lo que debe ser la más correcta.
Uno de los problemas con que me enfrenté cuando pinté juguetes, era que la paleta no alcanzaba el nivel de vibración que necesitaba para hablar de materiales plásticos. Pintar un juguete de hello kitty es muy difícil usando rojo carmín, blanco y un poco de azul ultramar. Resulta un rosa, pero no es un rosa limpio ni vibrante; es uno terroso, y sucio.
Cuando empezamos a conocer el mundo de los pigmentos con Ortego, me empezó a hacer sentido el que mi paleta mental se acerca más a la paleta del computador, de mono chino, que dista mucho de mi paleta de óleos tradicional. La solución más probable era acercarme a esos colores que veía en mi pantalla.
Cuando Ortega me preguntaba por qué me estaba comprando óleos rosados fosforescentes y celestes, tampoco sabía qué responder.

Es difícil salir de una tradición, pero la necesidad crea el órgano. Solamente, como artista, no me pidan que lo explique.